2024-06-17
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha publicado su último informe Perspectivas de la economía mundial (WEO), en el que pronostica un crecimiento económico mundial del 3,2% tanto en 2024 como en 2025. Se trata de una revisión al alza con respecto a la previsión del FMI de abril de 2024 de 3,0% para 2024 y 2,9 % para 2025.
La revisión al alza se debe a un crecimiento mayor de lo esperado en el primer semestre de 2024, particularmente en Estados Unidos y la India. Sin embargo, el FMI advierte que la economía global enfrenta una serie de riesgos a la baja, entre ellos:
Tensiones geopolíticas: La guerra en Ucrania y otras tensiones geopolíticas podrían seguir perturbando las cadenas de suministro y haciendo subir los precios de la energía.
Fragmentación comercial: El creciente proteccionismo y las tensiones comerciales podrían afectar el comercio y la inversión globales.
Condiciones financieras más estrictas: los bancos centrales de todo el mundo están aumentando las tasas de interés para combatir la inflación, lo que podría desacelerar el crecimiento económico.
Desastres relacionados con el clima: Los fenómenos meteorológicos extremos podrían dañar propiedades e infraestructuras y alterar la actividad económica.
El FMI también señala que la economía global enfrenta una serie de desafíos a más largo plazo, tales como:
Crecimiento decreciente de la productividad: El crecimiento de la productividad se ha estado desacelerando durante muchos años y se espera que esta tendencia continúe. Esto podría frenar el crecimiento económico a largo plazo.
Aumento de la desigualdad: La desigualdad está aumentando en muchos países, lo que podría generar inestabilidad social y política.
Cambio climático: El cambio climático es una gran amenaza para la economía global y los costos de la inacción solo aumentarán con el tiempo.
A pesar de estos desafíos, el FMI es cautelosamente optimista sobre las perspectivas económicas globales. El Fondo espera que el crecimiento repunte en 2025, a medida que los beneficios de unas condiciones financieras más estrictas y unos mercados laborales más fuertes compensen los obstáculos derivados de las tensiones geopolíticas y la fragmentación comercial.